La fuga de capitales es una realidad en los países del sur europeo. Alemania se presenta como uno de los destinos priorotarios.
Según recoge la versión digital de uno de los mayores medios informativos en Alemania, Der Spiegel, desde 2009 se puede apreciar una creciente tendencia a la fuga de capitales desde los países europeos más castigados por la crisis.
Según datos de esta publicación, citando al Banco Central Europeo como fuente, las reservas de ahorro privado en bancos griegos se ha visto reducida en un 17% solamente en el último año.
El nivel de los depósitos también se habría reducido un 6% en Irlanda, 3% en España y 2% en Italia.
Los destinos favoritos de las fugas de capital de ahorradores privados y empresas serían Inglaterra, Alemania y Suiza.
En Londres se teme incluso un boom inmobiliario que dispare aún más los precios de los inmuebles de esa ciudad, al convertirse ese sector en refugio para inversiones foráneas al escape de inestabilidad financiera.
El gobierno de Merkel pierde su mayoría ténica parlamentaria en la votación del segundo rescate griego:
A día de hoy en Berlín, el parlamento alemán ha dado vía libre al segundo tramo del “rescate griego”. Una amplia mayoría se ha posicionado a favor de la medida, con 496 votos de los 591 parlamentarios presentes.
Esta aprobación no puede esconder por otro lado la temida falta de mayoría técnica para el gobierno de coalición de Angela Merkel. El número de votos favorables de su partido CDU y sus aliados de la CSU (socialcristianos de Baviera) y el FDP (liberales) no ha llegado a sumar una mayoría absoluta.
Formulado de otro modo: sin el voto favorable de parte de la oposición, el paquete de ayuda no se hubiera llegado a aprobar y el fracaso del gobierno alemán actual habría abierto una crisis profunda de la política alemana.
Así las cosas, la montaña rusa en la que se ha convertido la gestión de la crisis por parte de las elites políticas europeas amenaza cada vez más con saltar por los aires.
Al final, ciudadanos de unos y otros países tienen la sensación de que son los países vecinos los que quieren sacar provecho de ellos y sus difilcultades.
En todo esto, hay europeístas convencidos como el célebre filósofo alemán Jürgen Habermas, que en sus últimos y polémicos escritos llama a recuperar con responsabilidad histórica el proyecto europeo y reprocha a los políticos europeos el actuar pensando solamente en el corto plazo electoral.