Berlín es una ciudad muy especial durante el invierno. Aunque fría, no deja de ser muy romántica y atractiva por la cantidad de actividades culturas y fiestas. La Navidad es de especial encanto.
Pasar el fin de año en Berlín es una opción bastante interesante. Por un lado, la fiesta estrella para la Nochevieja es la “oficial”, la que se organiza con centro en la Puerta de Brandenburgo (Brandenburger Tor), extendiéndose hacia las avenidas de 17 Juni (atravesando el Tiegarten) y Unter den Linden (llegando a la Universidad Humboldt), barrio de Mitte.
Ese es uno de los puntos más espectaculares, pero también masificados y reclamo un tanto exagerado para el turismo. Aunque a pesar de estos detalles resulta interesante y divertido, Berlín es mucho más que eso en estas fechas.
Hay otros lugares que también se llenan de personas y, como no, también de fuegos artificiales, ruido, bebida, alegría y mucha fiesta. Ya sea a cero o a menos diez grados, esa noche salen miles de personas a las calles de la ciudad para celebrar el Año nuevo.
Una de las zonas donde más gente se concentra es el puente de Oberbaumbrücke, donde a partir de las 23 horas del día 31 se concentran miles y saludan al ritmo de cohetes y petardos la entrada del Año nuevo. Durante las horas anteriores, los barrios de Kreuzberg y Neukolln son un espectáculo de color y ruido. Un kaos auto-organizado de niños, jóvenes y mayores lanzando fuegos artificiales y petardos por todos los sitios imaginables: puentes, esquinas, ventanas…
Otro punto bastante famoso para celebrar la Nochevieja es la montaña más alta de Berlín, la Teufelsberg. Una escenario nocturno un tanto tétrico, por el espíritu que le confiere la gigante estación de radar estadounidense, vestigio de la guerra fría. Es uno de los pocos lugares desde los que disfrutar de una vista panorámica de la ciudad.
En Nochevieja, Berlín deja de ser una ciudad tranquila y silenciosa, para durante algunas horas convertirse al son de los fuegos artificiales en algo que parece poco menos que un campo de batalla. A pesar del peligro por los fuegos artificiales que aparecen por cualquier lado, Berlín es sin duda alguna una de las mejores ciudades para pasar ese día.
Os dejamos unas fotos de la resaca de Nochevieja en las calles de Neukolln y Kreuzberg, al día siguiente de los cohetes y el champán.