El 18 de septiembre se celebrarán elecciones en Berlín. A 10 días vista, se producen cambios bruscos en las encuestas.
Al hablar de elecciones y política en Berlín, conviene tener en cuenta que esta Berlín es al mismo tiempo ciudad (capital del país en su caso) y también un Estado federal (el equivalente a una comunidad autónoma). Así ocurre en Alemania con otras ciudades que también poseen este estatus especial: Bremen y Hamburgo.
De este modo, la elecciones berlinesas comprenden conjuntamente la elección del senado y la de los gobiernos barrios o de distrito, que serían a tal efecto elecciones locales de las diversas partes del Estado federal-Berlín. Un sistema un tanto complicado que produce dos figuras gobernantes: Bürgermeister (alcalde) y Regierende Bürgermeister (alcalde gobernante).
A efectos prácticos, la cara visible de la ciudad, el que se considera alcalde de facto es el Regierende Bürgermeister. Este puesto lo viene desempeñando desde el año 2001 el socialdemócrata Klaus Wowereit, el mismo que hizo famosa la frase de “Berlin ist arm, aber sexy” (Berlín es pobre pero sexy).
Sin duda, se trataba de todo un guiño de marketing para una ciudad que ha encontrado su nueva identidad en el intento de convertirse en capital cultural europea, además de reclamo internacional para turistas y jóvenes alternativos. Una faceta de Berlín que, para muchos, Klaus Wowereit encarna bastante bien en su propia persona.
Los verdes pierden fuelle en Berlín
Hace algunos meses, la idea de que una candidata de Los Verdes se hiciera con el poder en la capital alemana se convirtió en el tema político del momento.
Hablamos de Renate Künast, actual co-jefa del grupo Verde en el parlamento alemán. Renate Künast se define por su fuerte carácter y carisma a la hora de defender sus posiciones.
Los últimos meses, especialmente tras la catástrofe nuclear de Fukushima, en Japón, vieron crecer de forma espectacular la popularidad de Los Verdes en Alemania.
El resultado electoral más llamativo fue el de la victoria en el Bundesland (Estado federal) de Baden-Württemberg (capital Stuttgart), una de las locomotoras económicas de Alemania y sede de importantes estandartes industriales automovilísiticos como Daimler AG (Mercedes-Benz).
En Berlín, uno de los feudos clásico de los ecologistas, Los Verdes decidieron intentar el asalto al ayuntamiento rojo (Berliner Rathaus). La decisión de situar a Renate Künast como cabeza de lista pereció en un primer momento muy acertada, ya que las encuestas la acercaban a Klaus Wowereit en intención de voto, llegando a producir la sensación de una posible victoria.
Pero en los último dos meses, el “efecto Künast” ha ido perdiendo fuelle, quedando Klaus Wowereit bastante aventajado en su carrera hacia la reelección y, con ello, las elecciones en Berlín han perdido cierta emoción.
Los Verdes han vuelto a caer por debajo del 20% en la encuestas, por lo que se evapora de momento cualquier ilusión de una alcaldesa de ese color político en la capital alemana.
Esta bajada pude achacarse a diversos motivos. Uno de ellos seguramente tenga algo que ver con el carácter del gobierno formado por el verde Winfried Kretschmann en Baden-Württemberg.
A pesar de haber obtenido una ligera ventaja sobre los socialdemócratas, Winfried Kretschmann , a la hora de realizar la colición de gobierno con los mismos, cedió a éstos ministerios centrales que de forma tradicional se adjudican el partido ganador de las elecciones.
Este hecho ha podido ser interpretado por muchos alemanes y berlineses como muestra de que este partido, Los Verdes, no estaría preparado para abordar todas las facetas de la sociedad, sino más bien especializado en la cuestión del medio ambiente, con incapacidad o cierto miedo a contradicciones internas para posicionarse en otros terrenos. Sería entonces el partido que cumpliría el rol de acompañamiento minoritario en coaliciones de gobierno, pero no jugaría bien la carte del liderazgo.
Otro factor es el electorado juvenil, que no se deja seducir más por un partido como Los Verdes que, enfocado en la actualidad de forma clara hacia la acomodada clase media, pierde su frescura alternativa original. Es en este nicho abandonado en el que podemos encontrar el germen del pequeño éxito del Partido Pirata, que adquiriría en cierta forma el papel del “partido de voto de protesta“.
No así por su parte La Izquierda que, para muchos, aún rezuma a la antigua Alemania del Este (RDA) y el Muro de Berlín, algo de lo que ciertamente podría dar fe la gran cantidad de votos que recoge este partido entre habitantes (en su mayor parte de edad avanzada) del Berlín oriental.
Encuestas para las elecciones de Berlín 2011
El Partido de los Piratas es, como hemos dicho, el que ha dado la sorpresa en las encuestas de la últimas semanas para la elecciones en Berlín, arañando ya el 5% que les permitiría una histórica entrada en una institución de relevancia en Alemania, como es el ayuntamiento rojo (Berliner Rathaus).
Por otro lado, los socialdemócratas (SPD) del actual alcalde Klaus Wowereit se mantienen estables alrededor del 30%, al igual que los democristianos (CDU), alrededor del 22%. La Izquierda bajaría ligeramente hacia el 11%.
Otra sorpresa la daría la salida de los liberales del FDP del senado berlinés, ya que la encuestas no les adjudican en ningún caso el 5% necesario para conseguir representación. Se trataría de otro capítiulo de la crisis del partido del polémico ministro de exteriores alemán Guido Westerwelle, cuya crisis de gobierno con Angela Merkel arrastra los liberales a mínimos históricos en todo el país.
Así se presentan las cosas de cara al día 18 de septiembre. Pero en una ciudad con un ritmo tan fugaz como el de la capital alemana, los cambios se suceden en cuestión de días. Así que habrá que estar atentos a los resultados las elecciones de Berlín 2011 para saber si podrá continuer el actual alcalde Klaus Wowereit entonando su “Berlin ist arm, aber sexy”.
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