Esta es la historia de un descuido que costó 20 euros. Pero no se trata de una multa en el metro.
Los vuelos puden ser baratos y rápidos. Rápidos, porque los precios cambian volando -valga la redundancia-.
Un día cualquiera. Uno se levanta, prepara el café, se ducha, etc. Por supuesto, antes que nada, el café, sagrado.
Al rato se sienta frente al ordenador para revisar los correos electrónicos, spam de Facebook y todas esas cosas mundanas que se columpian entre los ámbitos del trabajo y la pérdida de tiempo.
Por una especie de automatismo, uno abre una solapa en el navegador y teclea la dirección de una operadora de vuelos baratos para reservar un billete para un viaje pendiente.
El café hace efecto y el personaje en cuestión comienza a trabajar en los textos y las clases pendientes. Del estado zombi pasa al estado máquinal.
Las horas pasan volando en una especie de trance frente a la pantalla LCD, que atonta la cabeza. Llega la comida. Una rápida siesta sin paseo previo por el parque -el día no perdona-, y vuelta al trabajo.
De repente viene el pensamiento: “¡Ah! Entre una cosa y otra había olvidado comprar el billete. Ahora lo hago”. Y tanto que lo hace. Pero en cuestión de 4 horas el precio había subido 20 euros, para un viaje todavía a tres meses vista. Con lo que ese vuelo barato, ya no nos sale tan barato.
Entre el enfado con uno mismo y con la empresa operadora, uno se preguta: “¿Será que alguna gente ha reservado en el mismo vuelo esta misma mañana o es que se han han registrado mi visita en su server vía cookie y al rato ha subido precio porque el sistema de reserva ya había detectado mi interés de compra? La pregunta quedará en el aire, pero algún día lo averiguare.
Mientras tanto, me quejaré de algo más concreto. El precio de la maleta ha subido bastante desde que volé con esta misma compañía la última vez. La de low cost no parece más hoy día la mejor definición, pues los billetes comienzan a ser ofrecidos baratos, pero rápidamente cambian de precio y pueden terminar saliendo bien caros.
Vuelos baratos de Madrid y Barcelona a Berlín:
Aprovechando el tema, os comento que para aquellos que tengan pensado ir a España durante las Navidades, es momento de reservar los vuelos ya, porque los precios empiezan a ser prohibitivos.
Con compañías del tipo Easyjet y Ryanair, los aeropuertos de origen y destino con vuelos más económicos son los de Madrid y Barcelona.
Los que viejen al sur de la península tendrán que conformarse con vuelos de/a Madrid o pagar precios bastante más altos por volar a Málaga. Ryanair no opera en la ruta Málaga-Berlín durante el invierno.
Futuro aeropuerto Willy Brandt de Berlín
Otra cosa más. Para los que no lo sepan, a partir del año próximo, Berlín contará con un gigante aropuerto internacional llamado Willy Brandt, en honor al antiguo canciller alemán.
Se trata de una ampliación del ya existente aeuropuerto de Schönefeld, que supondrá a su vez el cierre del actual aeropuerto de Tegel.
El niño azul